Hallelujah de Jeff Buckley
Si escuchas esta canción, rapidamente te darás cuenta de que quien canta tiene la sensibilidad brillante de alguien especial. Puedes tener prisa, estar ocupado, distraido, nervioso... Nada. Si te ponen esto, te paras, te tranquilizas, y lo escuchas. Y se escucha, te metes, Jeff Buckley hace que lo escuches, que lo sientas, que te sientes con él a percibir la cadencia suave de la melodía, el juego emocionante de los silencios, el equlibrio medido entre los graves y los agudos de una voz que parece hacer lo que quiera y como quiera partiendo del alma, de los más profundo, llegando a los sentidos desde muy adentro. Si hubiera que resumir todo esto, diría que Hallelujah es ser de verdad, desnudarse. ¿Es melancólico? ¿Es triste? No. Este es auténtico. Y porque es auténtico llega. Y a lo mejor por eso mismo no pudo morir en otro sitio que en el río Mississipi, donde el blues dio vida a lo que hoy es un monstruo extraño y caprichoso.
No hacen falta grandes cosas. Todavía una guitarra y una voz te llenan el alma de cosas.
3 comentarios
Martita -
Marco B -
javierº -